Prolapso de órganos pélvicos: cirugía para el prolapso uterino
Riesgos de la cirugía
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Infección
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Sangrado
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Riesgos relacionados con la anestesia
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Daño a los nervios, músculos o estructuras pélvicas cercanas
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Coágulos de sangre
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Repetición del prolapso de uno o más órganos pélvicos
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Dolor con el sexo
El procedimiento quirúrgico
Para corregir el prolapso, con frecuencia se extirpa (extrae) el útero. Esto se denomina histerectomía. Luego se levanta la vagina y se la sujeta para que permanezca en su lugar. Este tipo de cirugía se puede hacer a través de la vagina o del abdomen. Se usan puntos para unir la vagina a tejidos fuertes en la pared de la pelvis. En ocasiones, se usa material sintético o biológico. Refuerza la reparación. Así se sostiene la parte superior de la vagina. Es posible que le hagan otros procedimientos. Esto es para impedir que la vagina se deslice de nuevo. Si no se extirpa el útero, se lo levanta y se lo sujeta para que permanezca en su lugar. Ha habido algunos problemas de seguridad con algunos productos de malla. Pregúntele al cirujano si usará una malla durante la cirugía y cuáles pueden ser los riesgos.
Sus incisiones
Durante la cirugía, el cirujano llega a los órganos pélvicos a través de la vagina o del abdomen. Si se llega a través de la vagina, se hace una incisión (corte) en la pared de este órgano. Si se llega a través del abdomen, se hacen varias incisiones pequeñas allí para insertar instrumentos laparoscópicos diminutos. O se hace una única incisión más grande en el abdomen. La incisión en el abdomen puede ser vertical (hacia arriba y hacia abajo) o transversal (a lo largo).
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