Para los cuidadores: cómo comunicarse con pacientes con demencia
La demencia interfiere en la capacidad de una persona para entender y hacerse comprender. Esto puede causarle dificultades tanto a usted como a su ser querido. Recuerde que estas dificultades no son culpa del paciente, son una consecuencia de la enfermedad. Estos consejos lo ayudarán a encontrar maneras de sobrellevar la situación.
Exprésese en lenguaje sencillo
La mejor manera de hablar con su ser querido es usar palabras simples y oraciones cortas. Asegúrese de que esté prestando atención. Limítese a abordar un solo tema a la vez y hable con un tono de voz amable y positivo. También es importante que le hable en el momento oportuno. Dar información para las actividades que sucederán varias horas más tarde puede ser un desperdicio de tiempo y energía.
En lugar de decir: “Hace frío afuera, así que no te olvides de ponerte el abrigo y el sombrero”,
intente lo siguiente: “Por favor ponte el abrigo. Ahora ponte el sombrero”.
Tenga paciencia
Las personas con demencia suelen perder su memoria a corto plazo. Esto significa que pueden hacer la misma pregunta una y otra vez. Aunque esta situación puede resultar muy irritante, haga todo lo posible por conservar la calma. Pruebe cambiar de tema o hacer que su ser querido se concentre en una nueva tarea. O bien, trate de comprender por qué le está haciendo la pregunta. Por ejemplo, tal vez a su ser querido le preocupe faltar a una cita médica o que se vayan sin él.
En lugar de decir: “Ya te lo dije, ¡la cita es a las 2 de la tarde!”,
intente lo siguiente: “No te preocupes, yo iré contigo”.
Use la distracción
Su ser querido podría tratar de hacer cosas inadecuadas o peligrosas. En estas ocasiones, la distracción puede ser una buena estrategia. Trate de distraer a su ser querido para que se concentre en otra cosa. De esta forma, quizá logre que se olvide de lo que estaba intentando hacer anteriormente.
En lugar de decir: “¿Qué estás haciendo? ¡Ahora no puedes salir!”,
intente lo siguiente: “Ven, ayúdame a preparar la cena”.
Haga afirmaciones en lugar de hacer preguntas
Quizá su ser querido no quiera hacer ciertas actividades. Para evitar discusiones, exprese sus solicitudes en forma de afirmaciones en lugar de preguntas. También puede servirle de ayuda usar señales visuales, como sostener una toalla delante de la persona a la hora del baño.
En lugar de decir: “¿Te quieres bañar ahora?”,
intente lo siguiente: “Es la hora del baño. Deja que te ayude a prepararte”.
No discuta acerca de la realidad
Las personas con demencia a veces no son capaces de separar el pasado del presente. Si esto sucede, no insista en su versión de la realidad. Quizá lo ideal sea que cambie de tema o “le siga la corriente” para evitar mayores tensiones. Además, no debe usar palabras severas ni gestos de enojo. Tal vez su ser querido no entienda lo que le dice. Igualmente, puede angustiarse por las señales emocionales que usted le envía. Y si su ser querido se altera mucho, conserve la calma. Trate de redirigir la atención de su ser querido a otra actividad.
En lugar de decir: “Pero cómo vas a llamar a tu papá, ¡si murió hace años!”,
intente lo siguiente: “Vamos a ver unas fotos de él”.
Manejo de los cambios de conducta y personalidad
Las personas con demencia pueden tener momentos en que parecen ser perfectamente normales. En otras ocasiones, tal vez adopten una actitud de desconfianza, rabia o miedo. También pueden ponerse muy nerviosas o ver cosas que no existen. Si esto sucede, procure ser comprensivo. Para la persona afectada, el mundo puede ser un lugar muy agobiante. Sin embargo, si estos cambios surgen repentinamente, son intensos o atentan contra la seguridad personal, hable con un médico. Mencione también cualquier señal de depresión. Estos incluyen retraimiento, desinterés por las actividades, falta de apetito, agotamiento extremo y llanto.